Para Ulises Cádiz era el confín de la tierra y para Lord Byron el primer lugar del mundo. Y aquí sigue, con el mar rodeando todo su perímetro. Nadie diría que es la abuela de Occidente. Una provincia que es la más meridional de la Península Ibérica. De sus 586 kilómetros de perímetro, 260 corresponden a la costa y su superficie está repartida entre 44 municipios.
La provincia de Cádiz, privilegiada y singular, reúne todos los atractivos que puedan apetecer a quienes valoran el turismo en su verdadera dimensión cultural y festiva, ecológica y monumental, costumbrista, auténtica y esencialmente andaluza.
Porque esta tierra es más que playa y sol. En ella el visitante puede disfrutar de alternativas muy diversas con las que llenar su ocio. Deportes, gastronomía, rutas…. y así hasta casi el infinito de posibilidades. Está la Cádiz encalada, la de los pueblos blancos, la del aceite de oliva con denominación de origen, la de los guisos de tierra adentro y la repostería árabe. Está la ruta de la fábrica de mantas, la del Museo de la Piel, la de la Vía Verde, la que se hace mejor con pan, porque también en la sierra se puede participar en la elaboración de pan en un antiguo molino del siglo XVIII situado en el Molino de Abajo de El Bosque. Cádiz es también la provincia vertiginosa de los deportes de aventura, porque a esta tierra lo mismo se viene para ver delfines que a descender por un barranco, a subir a las dunas de la playa de Bolonia, declarada monumento natural, que a conocer las entrañas de la Garganta Verde en Grazalema.
Y cómo no, también es un placer conocer los spas de la provincia, que son muchos, como hacían los acomodados del XIX con los baños de ola de Sanlúcar de Barrameda o en el balneario de Chiclana…la Cádiz del relax. Y a la hora de pasear, la ruta americana es uno de los recorridos turísticos más entrañables que discurren por la provincia de Cádiz, evocando los colores, los sabores, la arquitectura o los jardines de ciudades como El Puerto de Santa María, Jerez y Sanlúcar de Barrameda, tan ligadas al comercio ultramarino y al mundo del vino. Pueblos como Vejer de la Frontera, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera…son los pueblos de la frontera entre los castellanos y musulmanes. Otros aún conservan su nombre árabe, como Alcalá de los Gazules o Medina Sidonia. Todos están en lo alto, con sus casas entre almenas, castillos. Adéntrate en ellos y no te pierdas los paisajes que se divisan desde las murallas.
Gracias a su clima y sus condiciones naturales, esta provincia es ideal para los amantes del deporte. En el apartado náutico los expertos consideran la costa gaditana como el mejor lugar de Europa para la práctica del windsurfing. Otras opciones posibles son el submarinismo, la natación, la pesca, la moto-náutica, el flysurf, etc. También se puede optar por la práctica del golf, una de las actividades con más tirón. En sus 22 campos se puede elegir entre embocar la bola con vistas al Mediterráneo o al Atlántico, atreverse con un links, disfrutar con los greenes rápidos o ponerse a prueba entre lagos y bunkers.